El día 31 de mayo estaba con mi hijo de dos años en las instalaciones del C.D Beti Onak. Sobre las 19:30 de la.tarde crucé la pista que rodea el campo de futbol con la.silleta y de repente vi como tres bicis se venían encima mía. Uno de los.ciclistas frenó y cayó al suelo haciéndose varias heridas en brazo y piernas. Yo crucé la pista porque no vi ningún indicio ni señal que me dijera que allá hubiese un entrenamiento ciclista. Además, nadie de los allá presentes, supongo que serán responsables del Club ciclista villavés, se percató de mi pasó, ni me advirtió para que no lo hiciese. Ante la caída del ciclista no dudé en pedir perdón mil veces y en preocupame sobre el estado del niño. Cual fue mi.asombro que nadie aceptó mis disculpas, y es más, incluso me dijeron de malas formas que a donde iba. En ese mismo momento escuché como hablaban entre los allá presentes diciendo que no habían puesto vallas para señalar el entrenamiento y cómo nadie me había avisado para que no pasase. Entre ellos se decían… no nos hemos fijado…Mi hijo y yo pasamos por allí como otros.dias para ver a mi otro hijo que estaba jugando a fútbol. Si me hubiesen advertido y prohibido el paso lo hubiese aceptado como es lógico, por la seguridad de los ciclistas y por la.mia y la de mi hijo. Pero es que lo que nadie se dio cuenta allá es que los afectados físicamente también podríamos haber sido mi hijo y yo. Ante todo espero que el niño afectado se recupere pronto y desde aquí le.mando mucho ánimo, pero lo que también espero es que el colectivo del Club Ciclista Villavés tenga más consciencia de lo que hace y organiza pero también muchísima más humanidad y humildad, porque lo que me hicieron sentir en aquel momento fue bochornoso y vergonzoso, y nadie se acercó a pedirme perdón y a preguntar como estaba en ningún momento.Lo que quiero es que se tomen las medidas oportunas y se advierta al C.C villavés de tal hecho y vergonzosa actitud. Y.V. (01/06/2017)