La zona verde que se creó en la plaza Ardantzea no es un jardín convencional, sino un lugar de refugio climático, juego, estancia y en el que la naturaleza encuentra un pequeño lugar donde crecer. Por eso, su mantenimiento se adapta a dicho ritmo y no se corta tan a menudo como otros espacios verdes más intensivos, dejando además pequeñas zonas sin cortar para dichos fines de biodiversidad y para que los más pequeños puedan conocer las plantas silvestres y jugar con ellas, como hacían las generaciones anteriores. Por el momento, no hay ningún árbol seco, sino que no ha brotado todavía y conserva las hojas del año pasado (esta característica se llama marcescencia y la suelen presentar los robles y arces). En caso de que alguno de los árboles no brotase sería sustituido, pero por el momento esperamos que todos broten bien. Sí que hay algún arbusto seco a sustituir y algún macizo de plantas que escardaremos próximamente. Nuestra idea es que algunas zonas verdes del municipio nos puedan acercar a la naturaleza, aunque para ello debamos cambiar un poco nuestras costumbres y gusto estético para descubrir la belleza de plantas silvestres y el juego que dan. Muchas gracias por sus aportaciones y su preocupación por las zonas verdes. Saludos.