Una de las funciones de la Policía Municipal es controlar los vehículos estacionados durante largos periodos de tiempo, ya que la ordenanza municipal establece un plazo máximo de 30 días para que un vehículo permanezca en el mismo lugar. Sin embargo, resulta complejo detectar un vehículo justo al cumplir ese plazo, ya que suelen pasar inadvertidos tanto para los agentes como para la ciudadanía, hasta que muestran signos evidentes de permanencia prolongada. Cuando se localiza un vehículo en esta situación, se notifica a la persona propietaria para que lo retire. No obstante, es común que la notificación no sea recibida, lo que complica la retirada del vehículo de la vía pública y su traslado a un desguace, extendiendo el proceso hasta unos cuatro meses desde su localización. Este retraso se debe a la necesidad de cumplir con varios trámites administrativos, como la notificación al propietario, la publicación en el boletín oficial o la concesión de plazos para alegaciones, entre otros. Agradecemos la información proporcionada y le informamos que se le dará solución a la mayor brevedad posible. Saludos.