Es cierto que el tráfico en la calle Fermín Tirapu ha aumentado, con esto ya se contaba en el estudio antes de su implantación, pero es importante destacar que estamos hablando de una vía regulada a 30 km/h, equipada con un cojín berlinés, un paso de peatones elevado con semáforo, un panel de control de velocidad, otro paso de peatones elevado y con agentes velando por la seguridad vial. Dentro de todas las opciones posibles, ésta es la alternativa menos perjudicial, ya que cuenta con las medidas de seguridad necesarias. El problema principal lo teníamos en la calle Ezkaba y en Bidaburua. En la calle Ezkaba la situación ha mejorado notablemente tras invertir el sentido de circulación y en la rotonda de Bidaburua hemos experimentado una reducción significativa del tráfico, ya que en lugar de las cinco vías que antes accedían a la rotonda, ahora sólo lo hacen tres, además de los autorizados de la calle Ezkaba. Hay que tener en cuenta también que los atascos que antes se generaban en la rotonda de Bidaburua y en su calle, ahora se han reducido de forma drástica ya que la circulación es más fluida gracias a estas actuaciones. En cuanto a la presencia de los agentes de tráfico, este no es un cambio reciente. Siempre han estado regulando el tráfico en esos puntos críticos, especialmente en los entornos escolares, para garantizar la seguridad vial. Nos gustaría contar con más agentes para cubrir otros puntos del municipio, pero esto es una realidad en cualquier localidad que cuente con policía municipal. Como bien menciona, no es justo que un municipio de sólo un kilómetro cuadrado tenga que soportar tal nivel de contaminación, tanto acústica como medioambiental. Precisamente por eso, desde el Ayuntamiento se están implementando medidas para reducir el tráfico, especialmente el de aquellos que utilizan Villava-Atarrabia como una vía de paso. Un saludo.